Aprendizajes de 2021 y desafíos para 2022
Por Mariana Alarcón, subgerenta de Segmento Pymes de Transbank
Luego de un 2020 lleno de complejidades, producto de una sorpresiva e inusual pandemia, 2021 podría caracterizarse como un año de adaptación y aprendizajes para las Pymes. Un proceso que, de todas maneras, debería continuar durante 2022.
Este año que recién comienza será de grandes oportunidades, que vendrán apalancadas precisamente de los aprendizajes que los micro, pequeños y medianos comercios tuvieron durante 2021, así como de la mayor competencia en un mercado estratégico para ellos, como son los medios de pago con tarjetas.
En un escenario donde el efectivo dejó de ser el medio de pago preferido de los chilenos, las aproximadamente 600.000 Pymes todavía limitadas al dinero físico tienen una enorme oportunidad para aumentar sus ventas, si ponen a disposición de sus clientes la posibilidad de pagarles con tarjetas.
Pero antes de eso, los micro, pequeños y medianos comercios tienen que superar una desventaja no menor. Estamos hablando de la información, es decir conocer la simpleza, seguridad, eficiencia y reducción de costos que implica disponer de medios de pago electrónicos.
El desconocimiento sobre la creciente importancia de estas herramientas para el desarrollo y crecimiento de las Pymes es un desafío permanente que tenemos tanto ellas como los actores de los medios de pago.
Ya tenemos un avance con muchos micro, pequeños y medianos comercios que se dieron cuenta de que ya no es una opción quedarse atrás en medio de una evolución de las preferencias de pagos de las personas que avanza cada vez más rápido.
A lo anterior, debemos sumar que el mercado de medios de pago ahora es más competitivo, con al menos seis actores capaces de ofrecer diversas alternativas para que los comercios opten por las que consideren más apropiadas para su negocio.
Un escenario donde quienes formamos parte del ecosistema de pagos electrónicos estamos impulsados a perfeccionar y ampliar nuestros servicios para continuar apoyando la inclusión digital, y acortar la brecha aún existente entre grandes, pequeños y medianos comercios.
Está comprobado que un comercio capaz de brindar a sus clientes la posibilidad de pagar con tarjetas podría aumentar en más de 30% sus ventas.
Entonces, tanto a las Pymes como a nosotros nos queda trabajo por hacer, y 2022 puede ser un año clave en materia de inclusión digital.
PROPYME.
