Clientes impagos: ¿cómo evitar una realidad que afecta a muchos emprendimientos?


Durante el primer semestre de 2023 se registró una disminución a 41 días en el tiempo que tardan los proveedores pymes en pagar sus compromisos. Este plazo supera en 11 a los 30 días establecidos como máximo por la ley. Esta situación puede complicar a muchas empresas que cuentan con un presupuesto acotado
El tiempo promedio de pago a proveedores alcanzó los 41 días durante el primer semestre de este año, su nivel más bajo desde 2015, de acuerdo al último Ranking de Proveedores elaborado por la Bolsa de Productos y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech).
Solo 33% de las facturas emitidas se pagaron en 30 días, que es el plazo máximo establecido por ley. Dicha situación pone en riesgos a muchas empresas que necesitan de recursos constantes para mantener sus operaciones.
“Un cliente impago afecta principalmente al flujo de la caja, vital para el funcionamiento de cualquier empresa. Es importante separar lo que es ingreso (resultado) y pago (flujo).
A veces las empresas tienen mucho ingreso y utilidad, pero no tienen el dinero disponible para pagar obligaciones. Esto es en gran parte por causa de dichas cuentas impagas, es decir, ingresos que no se materializan en un flujo de efectivo real”, explica Ignacio Fuentes, CEO de Gael Cloud.
La nueva Ley de Pago a 30 Días establece sobre los pagos a proveedores que:
- Se debe pagar en un plazo de 30 días desde que se entregó el servicio, incluyendo sábado, domingo y festivos. De necesitar más plazo, se puede inscribir en un acuerdo en el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
- Pasado este plazo, se establece una comisión fija del 1% por recuperación de pagos adeudados y se suma a los intereses para operaciones no reajustables que van de 200 hasta 5.000 UF.
- Si los plazos son excesivos, la empresa endeudada puede optar por una repactación en cuotas, limitar el crédito total por la empresa cliente, aumentar el plazo de pago contra intereses o, finalmente, optar por demandar a la empresa.
Para evitarlo, Fuentes recomienda tener una gestión periódica y ágil, además de un termómetro que te indique el estado de tus cuentas por cobrar y contar con tecnología para gestión empresarial como ERP integrales para proyectar flujos de caja y poder actuar proactivamente antes de que la falta de liquidez sea un problema serio para tu organización.
Sobre qué hacer para que los clientes impagos no se conviertan en deudores incobrables, el CEO de Gael Cloud recomienda que si es un cliente importante para la empresa y los montos son bajos, el mejor camino será la negociación, pero si el cliente no es recurrente o importante para la estabilidad de la empresa, con montos considerables, es conveniente contratar a una empresa de cobranza.
Si aquello no resulta, evaluar si lo más sano sería asumir la pérdida e indicar la deuda como incobrable, o tomar acciones legales para exigir el pago de dicha deuda.

