Activos: proteger el corazón de las empresas
La importancia de la protección de activos no solo requiere resguardo físico como accesos o cajas de seguridad. A través de un adecuado análisis, se pueden adoptar buenas políticas y procedimientos de administración de los riesgos asociados a tu empresa.
Las empresas suelen contratar diferentes productos o servicios de seguridad -guardias, sistemas de intrusión, control de accesos, GPS, entre otros- para la protección de la organización y los colaboradores . Sin embargo, la realidad demuestra que la sumatoria de las medidas de seguridad no siempre da como resultado un sistema de protección efectivo, ya sea por sus vulnerabilidades o por sobredimensionar los riesgos existentes.
En un negocio, se puede tener todo un sistema de seguridad física, pero si las puertas son de cristal, el riesgo de que ingresen delincuentes a tu local es mayor. En muchos casos, se ha demostrado que los empleados de una organización son el punto de fuga de la valiosa información institucional o pérdidas patrimoniales.
La debida protección de los activos es un punto importante para conseguir el éxito de la organización, pero esta seguridad debe ir de la mano de un análisis de riesgo correctamente ejecutado.
Con la seguridad física es importante recalcar que cualquier método tiene el riesgo de no poder eliminar el posible delito, pero sí reducirlo a un nivel aceptable y manejable. Con un adecuado análisis de riesgo –tomando en cuenta toda la información posible- se pueden adoptar buenas políticas de seguridad y procedimientos de administración de riesgos, ya que uno necesita saber exactamente a qué se está enfrentando.
Las empresas tienen en su poder la prerrogativa de establecer políticas de seguridad que cubran toda la información de la compañía. Esto incluye identificar al propietario de la información y señalar a qué personas se les permite acceder a ella y en qué momento. Las políticas deben contemplar a empleados fijos y temporales, clientes, proveedores, socios, contratistas y a cualquier persona asociada a la organización.
A pesar de toda la información, no se puede saber qué políticas y procedimientos son necesarios implementar hasta evaluar correctamente el riesgo. Es recomendable conocer los diez pasos del análisis de riesgo, que ayuda a identificar la problemática como también plantear la hipótesis para realizar inversiones informadas para la seguridad del negocio.
10 pasos para el Análisis de Riesgo
- Definir el problema.
- Definir los objetivos.
- Evaluar las medidas actuales y los resultados logrados.
- Identificar los riesgos.
- Evaluar el riesgo.
- Seleccionar medidas para la reducción del riesgo.
- Desarrollar las medidas seleccionadas para la reducción del riesgo.
- Implementar las medidas para la reducción del riesgo.
- Evaluar las medidas implementadas.
- Redefinir los riesgos y reiniciar el proceso de análisis.
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