Análisis de expertos y candidaturas presidenciales al impacto de la revolución tecnológica en los empleos
Icare y CPC realizan Foro Empresarial donde expertos y candidaturas presidenciales analizan el impacto de la revolución tecnológica en el empleo.
Cómo trabajaremos en el futuro. Esta es la pregunta que se planteó en el seminario realizado en el Centro de Innovación de la Universidad Católica, donde se analizaron los principales desafíos para el mundo del trabajo que representan las profundas transformaciones ocurridas en el último tiempo. Estos cambios abarcan diversas dimensiones y se entrecruzan y potencian entre sí, amplificando aún más sus consecuencias.
El presidente de la CPC, Alfredo Moreno, y la vicepresidenta de Icare, Vivianne Blanlot, dieron la bienvenida a los empresarios participantes. Moreno destacó que los efectos de la revolución tecnológica en la empleabilidad es un tema clave para el desarrollo futuro de Chile, que debe enfrentarse a tiempo y como una oportunidad. Explicó que de aquí a unos 20 años más, la mitad de los trabajos que hoy tenemos los chilenos podrían no existir porque las cosas se van a hacer de otra manera. También tendrán que transformarse las empresas, por lo tanto, es indispensable prepararse para el cambio y preguntarse qué habilidades y formación se requerirá para la nueva realidad del trabajo, qué tipo de regulación será necesaria, cómo se verán afectados los nuevos emprendimiento e innovaciones.
Luego de esta introducción, se dio paso a las presentaciones Sergio Urzúa, Investigador de Clapes UC, y Michael W. Bender, Senior Partner de McKinsey & Company, quienes presentaron el contexto general y los cambios que afectan al mundo del trabajo, incorporando el análisis de la realidad internacional. La exposición de los principales desafíos de estas transformaciones en nuestra sociedad en materia de «Empleo y Marco Regulatorio”, estuvo a cargo de René Cortázar, Investigador Senior de CIEPLAN; la «Educación Técnico Profesional”, a cargo de Claudio Muñoz, Presidente de Telefónica; el tema del «Emprendimiento”, fue analizado por Alejandra Mustakis, presidenta de ASECH; y la «Relación Universidad Empresa I+D”, por Alfonso Gómez, Presidente Ejecutivo del Centro de Innovación UC.
«Es Investigación, Desarrollo e Innovación la ecuación de la que debemos preocuparnos como país, porque en esta batalla por agregar más conocimiento para, efectivamente, crear una economía más dinámica, la relación entre universidad y empresa en torno a estas temáticas es un elemento absolutamente crítico”, enfatizó Gómez en la ocasión, haciendo un llamado a los candidatos presidenciales a generar incentivos y condiciones para aumentar la inversión privada en ellas.
Actualmente, la inversión privada en I+D representa un 30% del total de la inversión que realiza Chile en estas materias, mientras que en países desarrollados, alcanza incluso cifras superiores al 70%. «Hoy la innovación y el emprendimiento son temas que, conversados con sensatez y sentido común, la gente está dispuesta a escuchar y que pueden influir en los resultados de las votaciones”, apuntó el Presidente Ejecutivo del Centro de Innovación UC.
A continuación, se escuchó por parte de los candidatos o representantes de las candidaturas presidenciales, su visión y propuestas sobre estos desafíos. Participaron el candidato independiente José Antonio Kast, Osvaldo Rosales (en representación de Alejandro Guillier) y Hernán Cheyre (en representación de Sebastián Piñera).
Durante el Foro, hubo coincidencia entre los presentadores en el gran impacto que está teniendo la tecnología en las actuales ocupaciones, donde muchas tareas de hoy pasarán a ser ejecutadas por máquinas, robots o procesos de inteligencia artificial, con la consiguiente destrucción de empleos y creación de otros, probablemente más sofisticados y de mayor calificación o pericia digital. También se anticipan cambios en diversos modelos de negocio que afectarán a las más variadas industrias. Al mismo tiempo, estos cambios están produciendo nuevos hábitos y preferencias de consumo, que pueden afectar radicalmente las cadenas de valor conocidas, generando nuevas oportunidades pero también importantes ajustes en algunos mercados tradicionales, como transporte, turismo, educación, entretención y muchos otros.