Cambio de aceite: La historia del hombre que dejó la corbata para desarmar motores
Para Mario Bueno no ha sido fácil pasar de gerente comercial de una multinacional a ser dueño de una desarmaduría, siendo su desafío más grande terminar con la asociación de este concepto a robos, clonación, estafas e informalidad.
Si usted escucha la palabra desarmaduría, ¿qué es lo que primero se le viene a la mente? Es muy probable que haya pensado en lugares donde se desmantelan automóviles robado para luego vender las piezas por separado ¿no? Pues, aunque lamentablemente esta industria tiene una connotación sumamente negativa, Mario Bueno no quiso dejarse llevar por esta estigmatización y, por el contrario, la está revirtiendo.
Dueño de Desarmaduría Nacional, el ex gerente comercial de una multinacional explica que su mayor batalla ha sido administrar su ego y conciliar las expectativas de la realidad. “No es fácil pasar de comités de gerencia y reuniones de directorio con ejecutivos top a desarmar autos, sin tener absolutamente idea de cómo hacerlo, pero hasta el momento es la mejor experiencia profesional de mi vida”, agrega Bueno.
Pero, ¿por qué vender repuestos usados debe tener una connotación negativa? Esta es la pregunta que se hizo el empresario al momento de dejar las grandes oficinas por tuercas y aceite. “Elegí un negocio y rubro tremendamente técnico, complejo y estigmatizado, pero lo que buscamos como empresa es ser una solución eficiente a un problema frecuentemente costoso y transversal a cualquier estrato social”, comenta el dueño de Desarmaduría Nacional (desarmadurianacional.cl).
La sangre llama
El papá de Bueno fue toda su vida un “repuestero de la vieja escuela”, pero nunca le traspasó el conocimiento vehicular a su hijo. “A pesar de no haberme interesado en el rubro, hoy a mis 40 años pareciera ser que tengo impregnado el ADN del mundo tuerca”, sostiene el dueño de Desarmaduría Nacional.
A diferencia de las desarmadurías de antaño, la innovación de esta empresa radica en el enfoque al entendimiento del consumidor y una potente propuesta de valor: “la realidad es que las personas no tienen tiempo para salir a buscar un repuesto. Por lo tanto, nuestro modelo de negocios se ajusta perfectamente a las necesidades de los usuarios, ya que contamos con un call center activo y desde 2015 implementamos una herramienta que permite cotizar en línea y realizar gestión comercial con todo tipo de clientes”, indica Bueno.
Combatir el errado concepto
El gran problema que identifica el dueño de Desarmaduría Nacional es que el servicio está rodeado de una serie de elementos negativos, como robos, clonación, portonazos, estafas e informalidad, y por ende, todos los buenos atributos que existen y se pueden ofrecer son “apabullados” por la desconfianza de las personas.
La disciplina que promueve Bueno a sus trabajadores es la de “todo requerimiento debe tener una respuesta”, la que se aplica siempre, incluso cuando no se dispone del producto. “Para desestigmatizar la industria se debe partir por uno mismo: si demostramos que todo importa y merece atención, se eliminarán los prejuicios del cliente”, indica.
Hoy, este método de acción permite que la empresa atienda a más de 300 personas diariamente, trabajando con más de 85 marcas de vehículos y su stock abarca desde pernos hasta motores completos. “Tenemos de todo, aunque nuestro fuerte son los motores y sus accesorios. Lo que nos diferencia es el reacondicionamiento de piezas usadas”, concluye el dueño de Desarmaduría Nacional (desarmadurianacional.cl), quienes proyectan superar el millón de dólares en ventas para este año.