¿SOY UN EMPRENDEDOR?
Revisando mis columnas previas en la Revista Emprende, creo
necesario que dentro del desarrollo de estos artículos mensuales,
además de aportar desde la perspectiva de la Gestión y Estrategia, en los
temas y aspectos que apoyan y contribuyen a generar y establecer un
negocio, nos detengamos y revisemos algunos tópicos fundamentales
que permiten finalmente que el emprendimiento se mantenga y sea
exitoso o naufrague y se pierda en el mar de ideas e intenciones.
Entre estos tópicos primordiales está lo asociado al propio
EMPRENDEDOR, a aquella persona que con diversas y variadas
experiencias laborales, en un momento de su trayectoria se decide y
apuesta por construir y liderar lo propio.
El ROL de Emprendedor para algunos es natural y vital, para otros es
una especie de pantalla o disfraz que se colocan día y día, el primero
lo disfruta y lo goza, mientras que en el otro extremo es altamente
probable que haya mucho de frustración, ansiedad y una montaña
mental y real que subir cada día.
Entre ambos casos opuestos se encuentra la variada y amplia gama de
personas que quizás se mueven entre uno y otro, saliendo y entrando
de sus Zonas de Confort, quedando muchas veces con la sensación
de inseguridad frente a la decisión tomada de emprender o las propias
capacidades.
Por tanto, hacer procesos de autoanálisis y evaluación, de manera
honesta, consciente y comprometidos con uno mismo se convierte en
un deber prioritario que se recomienda efectuar con cierta frecuencia.
A menudo mis alumnos, equipo de trabajo y colegas me preguntan:
¿tengo madera de Emprendedor?, ves algo que se destaque? Como
si por arte de magia yo, o cualquier otra persona, pudiera ver en lo
más profundo de cada uno de ellos y establecer una realidad que ellos
mismos aún desconocen y no han explorado. Como quisiera poder
detectarlo!
La verdad es que convertirse en Emprendedor (sea innato o adquirido),
según mi personal punto de vista, debiera atravesar varios caminos:
- En primer lugar requiere una presencia consciente, esto es estar en el
aquí y ahora y desde esa realidad propia, específica, única y concreta,
analizar, saber en qué punto estoy en mi vida personal y en mi ámbito
laboral.
- Luego, es relevante poder determinar cuáles son mis metas de vida y
laborales y que tanto me importa conseguirlas o no.
- Visto lo anterior, es recomendable conocer y revisar nuestra
Zona de Confort, sus límites, alcances y hasta donde soy capaz
de salirme de ella para lograr mis objetivos.
- Tener la claridad que el emprender es una DECISIÓN, por
tanto es recomendable que se base en la realidad propia y en
un análisis racional de las posibilidades y proyecciones de mi
IDEA de NEGOCIO.
Habiendo revisado acuciosamente cada uno de estos aspectos,
y contando ya con contexto al respecto, estamos en condiciones
decidir si queremos y podemos ser Emprendedores.
Ánimo y Energía con esta tarea!
C
OLUMNA
EMPRENDIMIENTO-INNOVACIÓN-GESTIÓN-ESTRATEGIA
FLAVIA RONCONI