Hay que prepararse para una nueva normalidad
Por Diego González, gerente general de Defontana
Según IDC, se prevé que a los países en América Latina les tomará entre seis y once meses realinearse ante los efectos del covid-19. Así, se podría tener una “nueva normalidad”, en términos económicos y de proyectos de TI, a partir del primer trimestre del 2021.
La crisis sanitaria ha provocado una disminución de alrededor de un 50% en las inversiones en TI en América Latina. Chile, no es la excepción. Eso sí, el segmento de los ERP –principalmente SaaS y en la nube– se ha visto favorecido, debido a la imperiosa necesidad de las empresas de mantener sus operaciones durante la cuarentena y hacer frente a los desafíos que surgen con la pandemia. En ese sentido, más de un 50% de las empresas pueden dirigir y administrar sus negocios desde cualquier lugar, en todo momento y conectar a sus colaboradores entre sí para continuar trabajando, sin importar su lugar geográfico, de manera fácil, rápida y segura. Así, las herramientas colaborativas y las soluciones para escritorios virtuales están teniendo un crecimiento importante.
En ese escenario, la tendencia clara de los ERP para una nueva normalidad va hacia sistemas más inteligentes, amigables e intuitivos, incluso, predictivos. Entre sus principales ventajas se debiera poder apreciar una mejora de los procesos de toma de decisiones, mayor automatización de procesos y entrada de datos, aceleración de los procesos empresariales, nueva visión del entorno y capacidad de predicción y mejores resultados comerciales.
Lo cierto, es que para hacer frente a la nueva normalidad, las empresas deben saber qué quieren y qué buscan cuando adquieren o renuevan un ERP. Si eso implica reducir costos, mayor eficiencia, estar a la vanguardia tecnológica u optimizar la gestión, lo mejor es optar por una solución 100% web reconocida, que tenga respaldo acreditado, que sea cibersegura, escalable, flexible, fácil de usar, y que no necesite invertir en infraestructura.
Asimismo, informarse, buscar referidos, conocer la experiencia y trayectoria de la compañía que va a ser, en definitiva, un socio de negocios. También es importante el presupuesto. Muchos creen que un ERP puede ser caro o engorroso de implementar, pero no es así; tampoco lo es migrar de uno a otro. Hoy, eso puede hacerse en un tiempo muy acotado y a costos muy accesibles. Incluso existen opciones a costo inicial cero para quienes están comenzando y escalables para ir creciendo en conjunto. La nueva normalidad llegará y hay que estar preparados.