Innovadoras prótesis para la rehabilitación de defectos cráneo-maxilofaciales llegan a Chile
Los traumatismos orales y cráneo-maxilofaciales son una de las causas de visita a urgencias en un hospital, ya sea por defectos y secuelas producidos al extirpar tumores, reparación de lesiones o malformaciones craneales congénitas o adquiridas, problemas que hoy tienen solución gracias a implantes en 3D.
Con la llegada de esta nueva era digital, los avances en distintos ámbitos de la vida son notorios, como es el caso de la salud, donde cada día se está innovando con el fin mezclar las tecnologías con lo humano en pos de una pronta rehabilitación del paciente.
En este contexto es en el que llega a Chile una nueva innovación en prótesis que ayudan a reparar los defectos cráneo-maxilofaciales. Éstas están compuestas por Poliéteretercetona (PEEK), un polímero de alto rendimiento, bioinerte, con características biomecánicas que simulan un hueso. Se utiliza hace aproximadamente 20 años en rehabilitación de columna o cadera.
“No es conductor térmico ni eléctrico y viene a ser competencia de múltiples materiales protésicos preexistentes a los cuales aventaja, como titanio o siliconas, ya que logra óptimas respuestas en el tejido y maximiza resultados estéticos mediante un excelente contorneado, disminuyendo los porcentajes de rechazo”, explica Ilan Rosenberg, director del laboratorio Arcomed, quienes se dedican a la impresión 3D de estos implantes en Chile.
El proceso
Para entregar una prótesis idónea se utiliza la técnica de la estereolitografía, una forma de tecnología de manufactura para la producción de modelos y prototipos. Mezclando esto con la impresión en 3D, se desarrollan implantes personalizados ofreciendo una solución a medida para cada paciente.
“Se integra la tecnología digital y análoga, logrando un nivel de ajuste y personalización óptimos, brindándole así al paciente acceso a una solución definitiva, a un bajo costo, en cortos plazos de tiempo, reduciendo los tiempos de recuperación, uso de infraestructura hospitalaria, reincorporación definitiva a la sociedad y por sobre todo su propia recuperación físico-psicológica”, comenta Rosenberg.
Este laboratorio protésico cuenta con un protocolo de trabajo manual, ya que las terminaciones son hechas a manos, por especialistas en el tema. “Tenemos técnicos protésicos que son verdaderos artesanos, lo que nos da la precisión absoluta. Gracias a esta tecnología, un paciente está completamente recuperado y reinserto en la sociedad en 10 días”, afirma el director de Arcomed (arcomed.cl).
Impacto en Latinoamérica
Siendo este proceso y material algo con un par de décadas de desarrollo, sigue siendo una exclusividad en Latinoamérica, pues si bien se utiliza en distintos rubros, es primera vez que se fabrica en nuestro país, y junto con Colombia, son los únicos dos lugares en el continente en que se pueden encontrar.
“En el mundo no son más de 20 las instituciones que nos dedicamos a la manufacturación de implantes protésicos de cabeza y cuello en este material. Requiere una especialización muy avanzada y esperamos entregar una respuesta mucho más rápida, eficiente y accesible dentro de la región”, subraya Rosenberg.