Las oportunidades de ChileValora para las Mipymes y sus trabajadores
Más de una década tiene ChileValora, la institución orientada a evaluar y certificar las competencias laborales de los trabajadores, siendo la mayoría proveniente del mundo de la micro, pequeña y mediana empresa. Su Secretario Ejecutivo, Francisco Silva, se refiere a los principales logros y como enfrentan los nuevos desafíos que depara el trabajo del futuro con la incorporación de la automatización, la robótica y la inteligencia artificial.
Un rol fundamental en el mercado laboral ha cumplido ChileValora en sus primeros 11 años de vida. Nació para gestionar el Sistema de Certificación de Competencias Laborales, política pública establecida mediante la Ley N° 20.267 del año 2008.
La función de ChileValora es el reconocimiento formal de las competencias laborales de las personas, independientemente de la forma en que hayan sido adquiridas y de si tienen o no un título o grado académico. El reconocimiento de las competencias se hace mediante procesos de evaluación y certificación de las mismas, basados en estándares definidos y validados por los sectores productivos.
Además, ChileValora contribuye a que el sistema público de capacitación disponga de una oferta de cursos, diseñados en base a los estándares de competencias, para hacer posible el cierre de brechas de competencia. Asimismo, entrega la información del sistema a las instituciones educativas, con el fin de que relacionen las competencias levantadas con los diferentes niveles educacionales y así integrarlas al diseño de planes de estudio.
El Secretario Ejecutivo de este servicio público, dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, Francisco Silva, conversó con PROPYME, referente a los principales aportes de la institución a las Mipymes, durante los primeros 11 años de vida.
Logros más importantes para el mundo Mipyme
Al respecto, manifiesta que “podemos destacar que gran parte de los perfiles que más se certifican a través de ChileValora, son oficios que se desarrollan en micro, pequeñas o medianas empresas. Por ejemplo, el Instalador Eléctrico Clase D, el Maestro de Cocina, el Vendedor, entre otros, lo que permite que el certificado de competencias pueda ser un aporte a la competitividad y capacidad de adaptación a los cambios del mercado, por parte de las Mipymes y los emprendedores”.
“Además, hemos trabajado junto con el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) del sector, en perfiles y planes formativos que puedan contribuir a los procesos estratégicos del trabajo de los gestores de las micro y pequeñas empresas, facilitando la generación de un mayor valor, tanto en los productos y servicios ofrecidos por ellas, como en el relacionamiento con clientes y en la gestión interna de recursos y personas. Para esto, se han levantado los perfiles Gestor(a) de Pequeña Empresa y Gestor(a) de Micro Empresas. En este sentido, resulta también clave el tercer perfil levantado por el OSCL del sector, Consultor(a) MYPE, el que permite definir de un modo claro los aportes esperados de quienes prestan este servicio clave para el desarrollo de estas empresas. Estos últimos perfiles contribuyen a desarrollar una mirada diferente, respecto de la gestión que deben realizar los micro, pequeños y medianos empresarios, de la formación que requieren y del desarrollo de capacidades que deben ser certificadas”, enfatiza.
Agrega que “a lo anterior, se suma nuestra participación en el Consejo Consultivo de Empresas de Menor Tamaño, instancia pública-privada creada para promover y fomentar el sector Pyme dentro de la economía nacional. ChileValora, ha sido convocado a este espacio, entendiendo que la certificación de competencias es una importante herramienta para desarrollar la productividad y la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas”.
La autoridad sostiene que “solo el 2018 participaron del Sistema de Certificación de Competencias cerca de 4 mil empresas y un 74% corresponden a Mipymes, distribuidas en un 35% de microempresas, 26% de pequeñas empresas y 13% de medianas empresas. Lo anterior demuestra el interés que existe por formalizar los conocimientos y habilidades de los trabajadores de estas empresas. Hasta junio del 2019, hay 1763 certificados en el perfil de gestor MIPE”.
Trabajo Colaborativo
Referente a la labor conjunta con SENCE y con instituciones educativas, subraya que “ante los continuos cambios que se producen y que amenazan la empleabilidad de las personas es necesario poner el foco y redoblar esfuerzos en la formación continua. Actualmente, los trabajadores requieren de oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida, que les permitan seguir trayectorias formativas, que proporcionen las competencias que el sector productivo requiere. Para esto es fundamental que el mundo de la formación y del trabajo avancen de manera coordinada”.
Añade que “como institución tenemos el desafío de seguir articulando con mucha fuerza la formación técnico-profesional con la certificación de competencias laborales. Este trabajo ha comenzado a dar sus primeros frutos y estamos abriendo caminos para que nuestros principales activos como son los perfiles ocupacionales, planes formativos y Rutas Formativo Laborales, sean integrados en los diseños curriculares y propicien instancias que favorezcan el desarrollo de trayectorias educativas y laborales exitosas. Para esto, ya se han realizado asesorías técnicas a 10 de los 15 Centros de Formación Técnica estatales y se han firmado 14 convenios de colaboración con instituciones de educación superior”.
Hace hincapié en que “recientemente participamos del lanzamiento del Marco de Cualificaciones Técnico Profesional, en cuyo proceso de diseño participó activamente ChileValora. Esta herramienta permite la articulación entre la educación técnico-profesional y los sectores productivos, facilitando el desarrollo de trayectorias laborales de las personas, al articular los distintos mecanismos de formación, capacitación y certificación de competencias laborales, con un estándar claro para permitir un trabajo mancomunado entre las diversas instancias, que aportan a la formación a lo largo de la vida”.
Trabajo del Futuro
Referente a la labor de esta institución para responder a los nuevos perfiles ocupacionales, que demandará el mercado laboral de futuro, dominado por la automatización, la robótica y la inteligencia artificial, aclara que “entendiendo el dinamismo con el que se producen los cambios en el mundo del trabajo, es que nos hemos impuesto disminuir radicalmente el plazo de los proyectos de competencias laborales en los que se levantan y/o actualizan los perfiles ocupacionales y se elaboran los planes formativos y rutas formativo laborales. Esto nos permitirá responder de manera más eficiente, a través de la certificación de competencias, a los constantes cambios que se viven, impulsando la reconversión y promoviendo la permanente actualización de conocimientos y habilidades con el fin de proyectar mayor empleabilidad a lo largo de la vida”.
“A lo anterior, se suma la incorporación a nuestro quehacer tradicional, lo relativo a la prospección del mercado laboral, que busca recabar información, permanentemente actualizada, de lo que está ocurriendo en el mercado del trabajo, con el fin de focalizar la evaluación y certificación de competencias y nutrir de información pertinente a las políticas y programas del Ministerio del Trabajo y del SENCE”, acota.
Invitación a las Mipymes
La autoridad subraya los beneficios de la certificación, “los cuales se dan tanto para el trabajador como para las empresas. En el caso del trabajador, a través del certificado de competencias puede demostrar lo que realmente sabe hacer, visibilizando sus competencias en el mercado laboral y promoviendo su empleabilidad. Además, a partir de la certificación de competencias, el trabajador puede orientar su trayectoria laboral, determinando qué competencias pueden faltarle y, por tanto, en qué debe prepararse para continuar desarrollándose”.
“En el caso de las empresas, la certificación permite asegurar que el trabajador cuenta con las competencias necesarias para el desarrollo de su función, además, rentabiliza la inversión en capacitación, pues se obtiene un informe de brechas, determinando en qué competencias los trabajadores deben ser preparados. La certificación facilita el reclutamiento y selección de personas, mejora el clima laboral y disminuye la rotación de trabajadores, además de ser un factor diferenciador entre empresas, lo que es fundamental para la competitividad de las Mipymes frente a las grandes compañías”, concluye.
Quienes deseen contactarse u obtener más información, hacer clic en https://www.chilevalora.cl
Por PROPYME