Negocios de ayer vs negocios de hoy
Todos los negocios se basan en el intercambio de bienes o servicios entre el fabricante o distribuidor y el cliente. Sean vistos como se hacían anteriormente o como se realizan hoy, el intercambio siempre estará presente, sólo que contando con diferentes vías de comercialización.
Antes, los negocios se hacían de manera tradicional con el recurso de la presencia humana en todo momento. Ahora los negocios se hacen por vía electrónica y muchas veces están automatizados, lo que les permite a los empresarios no tener que contar con la presencia de nadie del negocio para realizar su intercambio comercial.
Los negocios de ayer
En los negocios tradicionales la estructura era jerárquica. Se contaba con un horario de trabajo fijo, se manejaba información confidencial, había que comandar siempre a los empleados. La tecnología de producción era fija y el trabajo era de oficina.
Desde el punto de vista del marketing, los negocios de ayer debían enfocarse en los cinco sentidos del cliente, quien aspiraba a tener el producto entre sus manos antes de comprarlo.
En términos financieros, requerían de un espacio físico con suficiente personal, equipos y mobiliarios. Asimismo, el alcance del mercado era nacional en principio y había que luchar por llevarlo al ámbito internacional.
Estos negocios contaban con gastos fijos de operación (renta, luz, teléfono y todos los gastos que requiere una oficina). Y sus operaciones solían realizarse en moneda nacional.
Los negocios de hoy
Los negocios de hoy por lo general los hacemos por Internet. Esta modalidad los hace diferenciarse en gran medida de los negocios tradicionales, porque su estructura es plana, sus horarios son flexibles (se puede trabajar 24/7), la información es compartida por los empleados, se busca inspirar al personal para generar líderes, la tecnología está en la nube, se crean oportunidades para que el personal escale posiciones y se trabaja desde cualquier lugar.
Los negocios de ahora son más económicos, no requieren del espacio físico que se requería antes (una oficina, como mínimo). La inversión económica es mucho menor. Son más fáciles de controlar, porque están automatizados y no se limitan a un horario de trabajo fijo.
Además, se pueden chequear desde cualquier parte. El intercambio de bienes y servicios es diferente y no es tangible en un principio. (Primero se compra por Internet sin tocar el producto y luego se recibe). Asimismo, La manera de cobrar puede ser en moneda internacional, como el dólar o el euro.
Los negocios tradicionales siguen teniendo vigencia, pero que empresario debe estar alerta al cambio y evolución de su negocio, para poder aplicar las nuevas tecnologías y tendencias y así evitar ser superado por la competencia, adaptando sus necesidades a lo que el mundo y el cliente quieren hoy en día que es, por lo general, comprar desde casa, confiando en un mercado en línea sin necesidad de visitar un negocio o una empresa.
Los negocios de ayer y los de hoy requieren de disciplina, esfuerzo e inversión. Pero la inversión en los negocios actuales es mucho menor, lo que los aventaja con respecto a los negocios tradicionales, haciéndolos más factibles en cuanto a la apertura y al alcance de una empresa en términos de inversión y crecimiento.
Andrés Luco, Ingeniero Civil Industrial, Pontificia Universidad Católica de Chile.
