Solo una de cuatro personas cree que el teletrabajo obstaculizaría un ascenso
El trabajo a distancia se instaló hace algunos años y no está lejos de encontrarse en retirada. Sin embargo, sus características dan lugar a interrogantes sobre el impacto que este formato pueda tener en las oportunidades de desarrollo profesional y la capacidad de alcanzar posiciones de liderazgo.
Entre las características más apreciadas del teletrabajo se encuentran trabajar desde el lugar que uno prefiera y la libertad de vestir como se desee. Es decir, independiente de las labores que se estén desarrollando, conlleva una informalidad.
Pero ¿Se consideran este formato y su consecuente flexibilidad un obstáculo para obtener un cargo con responsabilidades de liderazgo en las organizaciones?
Un 74% considera que son compatibles, mientras un 26% si lo considera un obstáculo.
«El liderazgo y el teletrabajo son compatibles y esto se debe a que liderar puede funcionar tanto en modalidades presenciales como remotas. La presencialidad en las empresas puede estar motivada por diversos factores como la cultura organizacional, la gestión de la organización y el relacionamiento interpersonal. Sin embargo, el liderazgo puede operar en ambos contextos» señala Marcela Romero, Gerente de Manpower Business Professionals.
Si bien para una de cada cuatro personas sí constituye un obstáculo, según la ejecutiva esto es comprensible ya que, en la presencialidad, surgen conversaciones y relaciones informales que pueden llegar a ser claves para el desarrollo profesional, como encuentros casuales en la oficina.
«Estas interacciones espontáneas pueden generar confianza, impulsar proyectos y mejorar el relacionamiento con el liderazgo. En contraste, en el trabajo remoto, las interacciones tienden a ser más formales y enfocadas en la agenda, lo que dificulta el surgimiento de estas oportunidades informales. Aunque técnicamente el teletrabajo no debería ser un obstáculo para el ascenso, los aspectos culturales y las oportunidades de relacionamiento pueden influir en la percepción de que lo sea», aclara Marcela Romero.
Independiente del formato, las cualidades más destacadas de un líder son la escucha activa, la empatía y la capacidad para generar confianza.
«Un líder efectivo debe entender a su equipo a nivel personal y profesional, respaldándolos en diversas situaciones y permitiéndoles dar su mejor rendimiento. Además, la claridad en la comunicación de metas y estrategias es esencial para alinear a todos hacia un objetivo común. Finalmente, el líder debe mostrar preocupación por el crecimiento y desarrollo tanto del equipo como del negocio en su conjunto. Estas cualidades son fundamentales para liderar con éxito, ya sea en un entorno presencial o a distancia», concluye la ejecutiva.
Estas cifras se obtuvieron a partir de una encuesta realizada por Manpower Business Professionals, una marca de ManpowerGroup Chile, a través de su plataforma de LinkedIn. En ella participaron alrededor de 100 personas, provenientes principalmente de las áreas de Administración, Ventas y Operaciones.
