Un tercio de las mujeres no ingresa al mundo laboral por motivos familiares

«El desafío para las madres profesionales es aprender a vivir sin culpa. Entender que la maternidad puede ser libre y dejar de pensar en qué dirán si hago esto en mi carrera», precisa Catalina Fernández Correa, Líder de Diversidad e Inclusión de Talent Solutions, una submarca de ManpowerGroup.

Es la antesala del Día de la Madre y no todo son regalos, panoramas y celebraciones. El contexto laboral para quienes son madres, por diversos motivos, implica desafíos adicionales a los de sus pares hombres.

Según estimaciones, un 33,9% de las mujeres declara motivos familiares permanentes como la principal razón para no entrar al mercado laboral, mientras que solo un 1,7% de los hombres dio ese motivo. Por otra parte, un estudio realizado por el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales arrojó que el 38% de los hombres destina cero horas semanales a tareas domésticas; el 57%, cero horas al cuidado de niños y el 71%, nulas horas al apoyo escolar de sus hijos.

Catalina Fernández Correa, Líder de Diversidad e Inclusión de Talent Solutions, una submarca de ManpowerGroup, explica que desde el punto de vista de las empresas «el desafío está en fomentar y entender la corresponsabilidad responsable, crear más programas de liderazgo femenino con un enfoque de género, incorporar esos enfoques en los beneficios, además de fomentar el empoderamiento y el desarrollo de las mujeres madres».

De cualquier forma, la experta destaca avances, considerando que hace cuatro o cinco años estos temas eran tabú en muchas organizaciones, «y hoy una gran cantidad apunta, por ejemplo, a programas de liderazgo para la mujer. Fomentar su desarrollo profesional va muy de la mano con sensibilizar y concientizar, porque hay muchas veces que las personas no saben o no empatizan lo suficiente para poder entender qué es ser madre y profesional a la vez».

Desde el punto de vista de las trabajadoras, Fernández Correa aclara que también existen desafíos, siendo uno de ellos el aprender a vivir sin culpa. «Entender que puede tener una maternidad libre y dejar de pensar en el qué van a decir si yo hago esto en mi carrera profesional, o si estaré afectando de manera irremediable a mis niños si decido tomar un magíster, un posgrado o postular a un trabajo que tenga otro enfoque profesional, por ejemplo. La maternidad no debiese conllevar culpas y, en ningún caso, ser incompatible con el desarrollo profesional», asegura.

Si bien se trata de un tema cuya evolución depende de que se deba tratar con la importancia debida durante todo el año, el Día de la Madre invita a reflexionar sobre las tareas pendientes en equidad de género, y a concientizar que la mujer no tendría por qué escoger entre tener que ser exitosa en lo profesional o ser madre.