Unicornio chileno Betterfly despide un tercio de su plantilla
En carta publicada en su página de LinkedIn, el CEO de la compañía reconoció que el complejo escenario de menor inversión y caída de capitales los obligó a tomar esta “dolorosa medida”, que en la práctica implica reducir más de 100 puestos de trabajo y reorientar todo el proceso comercial, para poder sostenerse en el mercado.
El complejo escenario económico mundial ha repercutido con especial fuerza en el ámbito de las empresas tecnológicas, que han visto paralizadas, o al menos ralentizadas, sus inversiones de corto y mediano plazo, debido a la menor disposición de capitales producto de la recesión.
Así lo han vivido ya en carne propia gigantes transnacionales de alto renombre como Meta, AWS, Google y Twitter, entre otras, que han tenido que desvincular a gran cantidad de empleados en todo el mundo, para hacer frente a un escenario cada vez más constreñido y complejo, donde el capital ya no es tan generoso y las oportunidades de generar utilidades se ven cada vez más reducidas.
Las startups, pesar de su mayor flexibilidad para enfrentar las variaciones del contexto actual, tampoco han logrado zafarse de esta compleja situación y en general han debido renunciar a las ambiciosas metas de crecimiento trazadas con anterioridad a la pandemia. Una decisión que, al menos, les permite “sujetar sus aparejos” para tratar de capear la tormenta.
Sin embargo, para muchas de ellas el impacto fue mucho mayor al esperado, incluso para las que ya habían dado el paso de convertirse en “unicornios”, tras alcanzar una valoración de US$1.000 millones de dólares sin tener presencia en la Bolsa.
Incluso estos “hijos prodigio de la tecnología” han tenido que reajustar sus proyecciones de crecimiento y desarrollo de nuevos mercados, lo cual ha repercutido en un fuerte recorte de sus plantillas.
El último gran damnificado de esta “tormenta perfecta” de bajos ingresos y menor cantidad de recursos para invertir es la startup chilena Betterfly, que hace tan solo un año tocó el cielo tras alcanzar el ansiado sitial de “unicornio”.
Sin embargo, este escenario de sueños tuvo un amargo despertar el pasado miércoles 20, luego de que el CEO y fundador de Betterfly, Eduardo della Maggiora, anunciara, en una carta publicada en el Blog de la empresa y replicada en su LinkedIn, que “el complejo entorno económico que enfrentamos a nivel mundial” exigía tomar “medidas muy duras”.
Dichas medidas se tradujeron en el despido de un tercio de la plantilla, en los siete países donde hoy opera la empresa, que son México, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile, Perú, España y Brasil.
Si bien, della Maggiora no precisó en su anuncio cuántos puestos de trabajo fueron cesados, fuentes del sector estiman que se trata de entre 100 y 150 personas. Cifra que representa un freno violento a los planes de expansión, si se considera que tras la alianza con la aseguradora Chubb, la plantilla total de la empresa había crecido hasta llegar a un total de 500 colaboradores.
En la misma carta, dirigida a todos los “betterflyers”, el ejecutivo aseguró que si bien la empresa está en “una posición financiera muy sólida” y que cuenta con “la confianza de nuestros clientes y el respaldo de nuestros inversionistas”, la compañía no puede abstraerse “del complejo entorno económico que enfrentamos a nivel mundial”.
La misiva también expone que Betterfly “se construyó para un modelo de crecimiento rápido, en el que incluso se adelantaba la contratación de roles, áreas de soporte e infraestructura, tanto a nivel corporativo como en cada uno de los siete países en los cuales operamos”. Sin embargo, la reciente evolución en la oferta de productos y servicios, que permitió a la empresa un funcionamiento más ágil y eficiente, “hizo surgir la necesidad de realizar una nueva revisión, más profunda, de nuestra estructura actual, detectando, entre otros, cargos que dejarán de existir y no serán reemplazados”
Según comentaron fuentes que antes se desempeñaron en la empresa, todas las desvinculaciones se hicieron luego de una video llamada encabezada por el propio CEO. Se realizaron en privado y estuvieron a cargo del jefe directo de cada trabajador despedido.
Uno de los departamentos más afectados fue el de Marketing, que a partir de esta semana estará dividida en tres áreas: marca, revenue y producto, según comentan fuentes que permanecieron en la empresa.
Si bien esta desvinculación masiva fue impactante, para quienes ya no siguen en la compañía no fue sorpresiva. De hecho, comentan que se venían planeando desde hace tiempo como parte de la reestructuración anunciada a principios de mes.
En aquella oportunidad, se lanzó la nueva imagen corporativa y se renovó el modelo comercial, que ahora estará enfocado en Software as a Service (SaaS).