Cultivar mujeres líderes: La representación si importa
Rui Rocheta, Chief Regional Officer Southwestern Europe & Latam de Gi Group Holding.
¿Por qué seguimos conversando sobre la necesidad de incorporar a más mujeres a puestos de liderazgo?, Sin duda resulta desconcertante, cuando la evidencia acumulada a lo largo del tiempo respalda de manera contundente que la presencia femenina en niveles de jefaturas y en la alta dirección, enriquece la diversidad de pensamiento en equipos y entornos de trabajo e impulsa mayores ingresos y márgenes de beneficio.
El informe de género de la Comisión para el Mercado Financiero estableció que Chile, comparado con los países del OCDE, tiene un 17% de mujeres en cargos directivos, cifra que es superada por Colombia con un 20. Por su parte, los ministerios de Hacienda y de Economía, Fomento y Turismo, la Fundación ChileMujeres y la OIT, reportaron que la participación de mujeres en directorios de empresas aumentó de un 13,2% en 2021 a un 14,7% en 2022, a la vez que el número de empresas con cero directoras disminuyó de 164 a 148 en el último año.
Sin embargo, a pesar de estos hechos probados, una de las principales barreras que persisten para que las mujeres ocupen estos puestos radica en la falta frecuente de acceso, escases de asesorías internas y herramientas que les otorguen una ventaja en el proceso de selección y revisión para posiciones más elevadas. Un dato clave que entrega de McKinsey es que las empresas de EE. UU. y el Reino Unido donde las mujeres representan alrededor del 30% de sus puestos ejecutivo, tienen un 48% más de probabilidades de superar a las que cuentan con menos representación femenina.
El mensaje es claro, la representación sí importa, y el compromiso con las mentorías hacia a los equipos y programas específicos de inclusión son pasos vitales para crear un futuro donde las mujeres ocupen roles de liderazgo de manera equitativa, contribuyendo así al éxito sostenido de las empresas y la sociedad en su conjunto.