De cargos directivos y gerenciales: Las seis actitudes que dañan el clima laboral
Un buen clima laboral es uno de los principales pilares que garantizan la productividad y el compromiso de los colaboradores con la empresa. Sin embargo, un buen entorno puede ser frágil, ya que solo basta que algunos miembros de la compañía tengan actitudes dañinas que perjudiquen las relaciones en la oficina, la permanencia del talento e incluso la productividad.
El clima laboral se define como el contexto en que se desarrolla la actividad laboral de una organización y la percepción que tienen los trabajadores de un cargo o empresa determinada. Si bien antes no se le prestaba mucha atención a esta condición, hoy el entorno en el cual se desempeñan los miembros de una compañía es clave para garantizar la felicidad laboral y el compromiso con la organización. De hecho, según el estudio “Work Happy” de Robert Half, los empleados que se sienten orgullosos de sus organizaciones son casi tres veces más felices laboralmente hablando, comparados con los que no lo están.
Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, señala que “generalmente, los comportamientos están asociados a un grupo o miembro de la compañía. Lo peor que puede hacer una empresa es ignorar el problema. Inmediatamente, se debe evaluar su permanencia o trabajar para erradicar esas conductas, ya que podría convertirse en un problema progresivo y que contagie o desmotive al resto del equipo, afectando así la productividad y propiciando la fuga de buenos talentos”.
Estas son las seis actitudes dañinas para el entorno laboral a las que se debe estar atento y erradicar de la compañía:
Atribuirse el trabajo ajeno: además de ser una práctica poco honesta, causa mucho rencor, no solo entre los colaboradores, sino también en relaciones jerarquizadas. Es importante reconocer los esfuerzos de un compañero o de algún miembro del equipo para que, luego, ellos reconozcan los logros propios.
El liderazgo negativo: en una posición de jefatura es muy importante el trato que se tiene con el resto del de equipo. Un buen líder suele ser comprensivo, flexible y con buena disposición, al mismo tiempo que procura que los trabajadores cumplan con sus metas y tareas. El liderazgo moldea la actitud de los empleados y juega un papel importante en las relaciones laborales.
El rumor: la mayoría de las veces, esta es una actitud que no nace desde la mala intención. Sin embargo, produce un gran daño en la compañía, dado que puede ofender a otros trabajadores, difundir información falsa y provocar rencor y secretos entre los miembros de la empresa. Una buena solución es que las líneas gerenciales bajen bien la información para difundirla de manera clara y evitar que se desvirtúe.
Actuar con superioridad: es común que cuando un colaborador lleva mucho tiempo en la compañía, tiende a tomar más confianza, lo que está bien, pero hay que tener cuidado con la superioridad, ya que lleva a malos tratos hacia los compañeros, subordinados e incluso jefaturas.
Cuando el humor es bullying: las bromas son comunes en el espacio de trabajo, pero siempre se deben mantener dentro de un rango que no implique denigrar a una persona. La burla o la descalificación sistemática puede convertirse en casos de mobbing (bullying en el trabajo).
Falta de adaptabilidad y flexibilidad: con la digitalización, el trabajo está cambiando, y lo hace cada vez más rápido. Es por eso que es muy importante contar con personas dispuestas a enfrentar las transformaciones de buena manera. No se trata de estar preparados o no, sino de sumarse a los cambios de manera positiva y proactiva.
La tarea de garantizar un buen clima laboral pasa por el esfuerzo y criterio de cada uno de los miembros de la compañía. Por eso es importante propiciar buenos espacios de trabajo, donde los colaboradores puedan interactuar y conocerse para fomentar el respeto. Por otro lado, los cargos directivos o gerenciales deben estar atentos a las dinámicas y actitudes dañinas que podrían traer consecuencias negativas para toda la empresa. En caso de detectarse comportamientos nocivos, se debe intervenir para identificar la causa y buscar soluciones tempranas, a través del área responsable de RR.HH.