Del 90% de mujeres que quieren volver a trabajar, solo el 40% lo logra
A menudo las mujeres son más propensas que los hombres a tomar una licencia extendida a mitad de su carrera, por lo general relacionada a obligaciones familiares. 3 de cada 4 profesionales que intentan volver a trabajar después de una licencia voluntaria tienen problemas para encontrar trabajo.
Bien sabido es el impacto que a nivel mundial trajo la pandemia consigo. Restricciones sanitarias, recortes de presupuestos, problemas de abastecimiento y en la cadena logística son solo algunas de las consecuencias que incidieron directamente en una disminución de la fuerza laboral en general, y con especial disminución en el empleo femenino. Si bien en 2021 comenzó a notarse una paulatina recuperación, ellas seguían representando menos del 40% de la mano de obra mundial, según datos de Bain & Company.
En el caso de Chile, este problema no es algo ajeno. Según un estudio realizado por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización internacional del Trabajo (OIT), la participación de mujeres en el mundo laboral disminuyó drásticamente de 52,6% a 41,3%. Si bien hemos visto que la reincorporación ha comenzado a avanzar, el escenario para las mujeres sigue siendo complejo.
Según una investigación de Bain, del 90% de mujeres que quieren volver a trabajar, solo el 40% de ellas lo hace. Además, mostró que casi tres cuartas partes de ellas tienen problema para encontrar empleo.
Cifras como estas demuestran que aún queda mucho camino por recorrer por parte de las empresas, y que abordar el sesgo de género es un desafío que requiere esfuerzos de todos.
Según Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company de Chile, “para realizar estos cambios es fundamental garantizar que las mujeres alcancen todo su potencial dentro de las empresas. En la carrera por el talento, las compañías no pueden darse el lujo de dejar atrás su aporte y conocimiento”.
Para Rapela, es fundamental que las empresas tomen este reto e implementen cinco imperativos para que sus organizaciones puedan aprovechar todo el potencial de sus colaboradores, entre los que destaca adecuar los perfiles para nuevas contrataciones, combatir los prejuicios relacionados al rol, crear un entorno inclusivo, dar flexibilidad a sus trabajadores y promover el crecimiento personal de cada uno de ellos.