E-learning, una modalidad de aprendizaje en auge que llegó para quedarse

E-learning, una modalidad de aprendizaje en auge que llegó para quedarse
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Por Julio Monroy, Country Manager de CognosOnline Chile.

 

El distanciamiento social producto del Covid-19 transformó la vida de las personas en el mundo, impactando directamente la forma en la que nos relacionamos, trabajamos, consumimos e incluso estudiamos.

 

Unido a lo anterior, la educación de Chile desde finales del año pasado, se ha visto en la imperiosa necesidad de implementar distintas soluciones tecnológicas para virtualizar diferentes áreas del ámbito educativo, con el fin de dar continuidad al aprendizaje.

 

Para mi fortuna, he tenido la posibilidad de trabajar en distintos países de Latinoamérica y una de las cosas que llamó mi atención al llegar a Chile en el 2017, fue la poca madurez que había en ese entonces en materia de e-learning, pese al desarrollo tecnológico y estabilidad económica que mantiene el país respecto a sus países vecinos. De hecho, el porcentaje de estudiantes en virtualidad era menor al 3% comparado con Perú que estaba alrededor del 8%, Colombia 12% y Brasil 25% para ese momento.

 

El desarrollo ese año en la materia era incipiente, algunas instituciones estaban desarrollando e invirtiendo en plataformas que les permitieran potenciar sus aulas virtuales; pero otras solo implementaban soportes en línea como repositorios de clases, pdf y presentaciones sin una correcta noción del e-learning.

 

La prevención a migrar a la virtualización de la educación y generar modelos educativos 100% e-learning obedecían, entre muchos otros factores, al tradicionalismo y la costumbre de lo que se venía haciendo y cómo esto funcionaba a través del tiempo. Sin embargo, estamos en una nueva que abre las puertas a implementar y adoptar nuevas tecnologías para revolucionar el sector, transformar el negocio y entregar nuevas propuestas de valor.

 

En pocos años hemos podido observar cómo las tecnologías de la información y comunicación han ganado terreno en instituciones educativas, dentro de sus diferentes niveles y en la capacitación de profesionales en el sector público y privado. Pero el gran crecimiento de la tecnología educativa en el país se ha dado a partir del estallido social que, junto a la pandemia, ha funcionado como acelerador para que las instituciones se adapten a modelos virtuales de aprendizaje sincrónico. Un claro ejemplo de esto lo podemos observar con Blackboard Collaborate que está presente en más de 18 Universidades de Chile, y ahora las herramientas de supervisión y vigilancia para exámenes como Sumadi.

 

Conocemos y hemos acompañando el gran paso de universidades e instituciones hacia la educación virtual, armando proyectos ambiciosos para virtualizar carreras completas; desarrollando cursos para pregrado y para educación continua, ofreciendo más y mejores alternativas con contenido de calidad, capacitando a sus profesores y otros profesionales que hacen vida dentro de la educación virtual.

 

La educación chilena en la nueva normalidad y post-pandemia

 

Es evidente que no se puede pasar de modelos presenciales a virtuales de un momento a otro. A pesar que actualmente existen carreras 100% virtuales en la mayoría de universidades, aún no están listas para empezar este proceso en todas sus facultades.

 

Sin embargo, cuando se normalice la situación es muy probable que empecemos a migrar progresivamente a un modelo híbrido de educación superior. En unos cuatro o cinco años probablemente las universidades desarrollarán ofertas académicas virtuales, en la mayoría de sus carreras, en alianza con universidades de otros países para que las personas que deseen estudiar mediante modelos mucho más flexibles y personalizados lo puedan hacer.

 

Para esto, las instituciones educativas tendrán que adaptarse a las nuevas exigencias y mejorar sus propuestas de especialización en formato e-learning, ya que serán de mayor demanda. La formación del futuro requiere calidad, flexibilidad y personalización en la experiencia, por lo que es fundamental establecer modelos por competencias que entreguen al estudiante un aprendizaje adaptativo y personalizado.

 

Hoy, muchas universidades públicas y privadas chilenas, además de institutos y centros de formación técnica, ya se encuentran invirtiendo en infraestructura virtual necesaria para entregar a los estudiantes nuevas y actualizadas ofertas académicas. Factores de decisión como la cercanía, precio y prestigio de una universidad tradicional, ya no pesarán tanto como una oferta académica moderna e innovadora, flexible (100% virtual o blended), con posibilidad de obtener doble título con una universidad de otro país y con altos índices de empleabilidad y buen nivel salarial de los egresados.

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