Eliminando el miedo a la competencia

Uno de los mayores temores que se enfrentan los emprendedores es la vencer el miedo a la competencia, podría decirse que es una de las primeras impresiones al momento de decidir crear un negocio. En esta edición te traemos las claves para superar estos obstáculos.

Dejar al lado el miedo a la competencia no es tarea fácil, sin embargo el temor y los miedos que pueden surgir no deben ser obstáculos para darle forma a un proyecto de inversión o de negocios. Analizar la competencia es algo que como negocio debes hacer, y como profesional también, pero no para compararte sino para ver lo que existe, lo que funciona, lo que te gusta y lo que te motiva.

 El éxito es fruto del coraje y del Espíritu Emprendedor que convierte una idea en un plan.

Tres pasos que debes recordar para vencer el miedo de la competencia

1. Tener claro tu modelo de negocio: Debes tener claro que quieres profesionalmente, para esto es necesario que dediques tiempo a pensar en cuáles van a hacer tus objetivos. Es necesario que recuerdes que no puedes analizar la competencia para recolectar ideas, primero porque no es genuino y segundo porque la idea no es copiar a la competencia.
   • Utilice las herramientas que te gustan, de esta manera vas a poder personalizar poco a poco tu negocio.
2. Se tú mismo: Hay una cosa que te diferencia del resto del mundo, no importa que existen miles de personas con tu mismo perfil, todos somos diferentes y poseemos experiencias únicas que nos diferencian. No de te miedo mostrarte como eres, se natural, esa es la mejor forma de presentarte.
3. Alimenta tu mente con pensamientos de éxito: El temor al fracaso es una consecuencia de pensamientos negativos albergados en nuestra mente que inconscientemente brotan cuando analizamos una posibilidad. Una buena forma de mejorar tu forma de ver el futuro es alimentando tu mente con pensamientos de bien. Lee libros de grandes empresarios, libros de actitud mental positiva y asiste a seminarios para emprendedores, esto ayudará a obtener mayor seguridad personal.

 Recuerda que no existe una fórmula mágica, ni una receta para que un negocio tenga éxito.

 Gimnasia para el cerebro: 7 ejercicios que despertarán tus neuronas

Diario El Defenido

En la primavera hay buen tiempo. Sale el sol, los pájaros cantan, las flores abundan y dicen que el amor toca la puerta a varios corazones.  Sin embargo, esto no es así para todos, ya que existe una gran parte de la población que sufre un trastorno estacional llamado astenia primaveral y que produce en las personas cansancio físico e intelectual, falta de concentración y decaimiento.

El sociólogo estadounidense Paul Dennison, después de tener varias experiencias con sus pacientes que acudían a él por problemas de aprendizaje, concentración buscó la forma de comunicar las neuronas de las personas a través del Brain Gym o Gimnasia Cerebral.

Dennison recomiendan realizar los ejercicios todos los días por 30 segundos y repetir cada uno unas 10 veces.

1. Gateo cruzado: Consiste en tocar enérgicamente la rodilla izquierda con el codo derecho y viceversa.
2. La lechuza: Poner una mano sobre el hombro del lado contrario, apretándolo firme, y girar la cabeza hacia ese lado. Respirar profundamente y botar el aire girando la cabeza hacia el hombro contrario. Repetir el ejercicio con el otro lado.
3. Doble Garabateo: Dibujar con las dos manos al mismo tiempo, hacia adentro, afuera, arriba y abajo.
4. Botones del cerebro: Poner una mano en el ombligo y con la otra mano dibujar ‘unos botones imaginarios’ en la unión de la clavícula con el esternón (como hacia el pecho), haciendo movimientos circulares en sentido del reloj.
5. Bostezo enérgico: Poner la yema de los dedos en las mejillas, simular un bostezo y hacer presión con los dedos.
6. Ocho perezoso o acostado: Dibujar imaginariamente o con lápiz y papel, un ocho grande ‘acostado’. Se comienza a dibujar en el centro y se continúa hacia la izquierda, se vuelve al centro y se termina el ocho al lado derecho.
7. Sombrero del pensamiento: Poner las manos en las orejas y tratar de “quitarle las arrugas” empezando desde el conducto auditivo hacia afuera.