Estrategias financieras que pueden ser muy peligrosas
Serán todo lo sencillas que tú quieras, serán todo lo obvias a primera vista. Sin embargo, los expertos nos han pedido que te advirtamos sobre ellas.
NO ALARGUES EL PLAZO DE COBRO PARA GANAR MÁS
Piensas que si le subes el precio a un cliente a cambio de que pague más tarde, estás haciendo una buena jugada, pero desde un punto de vista de planificación financiera, te resulta mucho más interesante poner un precio más bajo e incluso dar opciones de pago por plazos si se cobra antes. «El problema de los emprendedores, al confundir el beneficio con la caja, muchas veces dicen a los clientes que les paguen un poco más y, a cambio, les dejan que paguen más tarde. Y tiene que ser al revés: hacedles los descuentos que sean –que se pueda, claro–, pero que paguen antes. Te encuentras con empresas españolas en concurso que están pendientes de cobrar 50.000 euros de clientes”, recomienda Antonio Manzanera, autor del libro ‘Finanzas para emprendedores’ (Deusto).
NO INVIERTAS EN ACTIVOS FIJOS CON ESTIMACIONES
“Uno de los peligros en la planificación de la inversión de activos fijos está en las estimaciones. Por ejemplo, el acondicionamiento de un local. Es habitual que tu amigo el chapuzas te diga: Esto, aproximadamente, tanto. No te vale. Tiene que estar detallado y por partidas. ¿Por qué? Porque te terminas encontrando desviaciones muy importantes”, apunta el experto Dionisio Chaparro Txaparro.
NO FINANCIES TU LARGO PLAZO CON DEUDA A CORTO
Tienes que financiar el largo plazo con recursos a largo plazo, y financiar los activos que te van a generar caja a corto plazo con recursos a corto plazo. Suena fácil, ¿verdad? “Pues resulta que el incumplimiento de esta regla tan simple explica muchas situaciones de insolvencia. Si tienes que financiar circulante sí tiene sentido deuda a corto –si, por ejemplo, tienes que comprar a 30 días y a ti te pagan a 60 días. Esa financiación que tú estás haciendo te va a generar caja a muy corto plazo y no vas a tener ningún problema en que cuando te pague el cliente, puedas devolver la línea de crédito que tú habías pedido”, comenta Manzanera.
NO HUYAS DEL APALANCAMIENTO COMO SI FUERA EL DEMONIO
Financiarte con recursos propios es más caro que recurrir a recursos ajenos, pero…
Límite del apalancamiento
“¿Cuál es el tope si pides dinero externo? El análisis de rentabilidades. Si la rentabilidad de tu negocio es superior al coste del apalancamiento, entonces te interesa. Para ello debes utilizar técnicas de análisis de inversiones”, indica Isidro de Pablo. “Es una regla sencilla, pero hay que saberla medir. Básicamente, porque el coste de los recursos ajenos habitualmente no es único y tienes que calcular un coste medio ponderado de las distintas fuentes de financiación que tengas”, continúa.
Si no tienes previsión de contar con un producto vendible a corto plazo
“No hagas el cojo-producto, haz una versión un poco menos funcional, pero que te permita generar caja antes, porque así te abre el abanico de las alternativas financieras”, recomienda Antonio Manzanera.
Depende del ritmo de tu caja
“La clave es el ritmo de generación de caja que van a tener los activos que tú estés financiando. Si los activos que tú estás financiando tienen un plazo de generación de caja muy largo, por ejemplo, un proyecto de I+D, eso lo tienes que financiar con recursos a largo plazo, y el recurso más a largo plazo son los fondos propios”, apunta Manzanera.
Fuente: www.emprendedores.es