Innovación inteligente, innovación ágil
La innovación es una parte medular de las empresas para mantenerse competitivas. Actualmente México se encuentra en el lugar 55 de 131 a nivel global en el índice Global de Innovación 2020. Suiza, Suecia y Estados Unidos ocupan los tres primeros lugares en el ranking.
De acuerdo con Hector Shibata, profesor y director de inversiones , los corporativos en México deberían reflexionar sobre los siguientes elementos para incrementar el grado de innovación corporativa:
Aceptar el riesgo y aprender del fracaso para mejorar en futuras iteraciones, Desarrollar múltiples iniciativas generando innovación y desarrollo de todo tipo. Pensar en el largo plazo y no esperar resultados en el primer trimestre, Construir y permear una cultura genuina de emprendimiento e innovación Y Definir bien el problema y enfocarse en la solución para atraer capacidades y talentos nuevos a la organización
Algunos ejemplos de empresas que implementan dichas reflexiones son Google y Apple, donde tienen áreas internas de Investigación y Desarrollo (I+D) para generar innovación incremental en sus procesos, productos y servicios.
Considerando que la innovación es una herramienta estratégica es conveniente recurrir a la agilidad para establecer procedimientos sencillos y efectivos que permitan pasar de una a otra etapa con velocidad.
Las empresas tienen que responder rápidamente a los cambios de todo tipo y desarrollar nuevos productos, servicios o modelos de negocio. Muchas veces las tecnologías y métodos están disponibles, sin embargo, entre el 85 y 90 por ciento de proyectos fallan debido a estructuras rígidas, como menciona Francesc Güell en su sitio web sobre Innovación ágil(2).
La agilidad no sólo en la producción o en el ámbito industrial, sino en los procesos de empresas de todo tipo, especialmente en la innovación. La fórmula es simple pero efectiva: Innovación + Agilidad = Innovación ágil
La innovación ágil te permite hacer una combinación y fusión de diferentes metodologías con la finalidad de lograr los mejores resultados con las herramientas adecuadas y en el menor tiempo posible, por ejemplo:
Utilizar el Design Thinking como método para romper ideas preconcebidas, generar ideas innovadoras que se centren en la detección de la necesidad y dar solución al problema real de los usuarios.
Se podría continuar con Lean Startup para invertir menor tiempo y dinero en la fase de desarrollo de la idea y validación de la propuesta con un Producto Mínimo Viable (MVP). De esta manera se pondría a prueba la solución, de forma continua, antes de una mayor inversión y ayudaría a entender qué es lo que realmente quiere el usuario siguiendo el ciclo “Construye, Mide y Aprende”
Se podría finalizar con una metodología Scrum para acelerar la entrega de valor, es decir, apoyarse de los equipos de alto desempeño que conforma un equipo Scrum para realizar la entrega de la solución, permitiendo acelerar la implementación y minimizando los riesgos.
Está claro que en México estamos experimentando una transformación en todos los sectores y a todos los niveles, y debemos adaptarnos a esta realidad. Tenemos que estar preparados para el cambio, tanto a nivel personal como a nivel empresarial. Ha llegado el momento de transformar nuestro modelo organizativo y productivo, y promover una cultura ágil e innovadora de forma constante.
Rebecca Ornelas, Subgerente de comunicaciones Organizacional de Principal México