¡Manténgase a flote durante las turbulencias!
La mayoría de los directivos estarán familiarizados con el concepto de «juego infinito» de Simon Sinek, que es algo que tiene mucho sentido considerando la situación inesperada que estamos cruzando en este momento. Pensé en compartir algunas ideas sobre este tema, ya que son parte de la caja de herramientas que los tomadores de decisión pueden tener en cuenta para mantener su barco en marcha a pesar de las turbulencias; después de todo, todos estamos inmersos, juntos.
Para aquellos que no han tenido la oportunidad de leer o escuchar acerca de las ideas de Sinek, una simple revelación es que, hasta hace poco, sabíamos identificar a nuestro ‘enemigo’. Sabíamos las reglas. Quien anotó más puntos ganó el juego, fin de la historia. Pero esto ya no es cierto.
Los jugadores invisibles pueden surgir y son evidentes en los hechos más simples de la vida. El otro día, en Brasil, después del almuerzo compré en un puesto de la esquina a una señora algunos dulces caseros. Tuvimos una breve conversación y ella me contó cómo su negocio se había agotado en los últimos tiempos.
De vuelta a mi oficina ese mismo día, tuve la grata recepción de dulces similares pero empaquetados de una forma atractiva y producidos por el esposo de un colega. Eso me hizo pensar en cómo esa señora que conocí antes no tenía idea de por qué sus ventas estaban disminuyendo o quién era su competencia. Esto reforzó que el juego realmente ya no tiene reglas definidas o jugadores.
La certeza sobre lo que necesita para ganar no existe; y esto nunca terminará.
En el contexto actual, es muy probable que la administración de muchas compañías entre en pánico o se distraiga muy fácilmente de los objetivos que aún deben lograr para mantener el barco en movimiento o para proporcionar dirección a los equipos, a pesar de los desafíos.
Es extremadamente difícil, y especialmente en un contexto de trabajo desde el hogar, no seguir la evolución de la tragedia humana provocada por el coronavirus. Pero tal vez el cambio actual en el orden mundial, el movimiento hacia un juego aún más infinito pueda traer algunas lecciones valiosas para tener en cuenta a medida que luchamos a través de esto.
Si bien no tengo la intención de ser prescriptivo en un panorama tan desafiante, vale la pena pensar en lo que mantendrá a las organizaciones a flote en momentos como éste. Con este fin, volveré a tomar prestadas las reflexiones de Simon Sinek que se remontan a unos años atrás.
Según su famosa charla TED «Start With Why» de 2013, él argumenta muy convincentemente sobre el propósito, comenzando con la pregunta «por qué». ¿Por qué existe realmente su negocio? ¿Por qué puede agregar valor a los clientes? ¿Por qué deberían importarles?
En SAS creemos que la curiosidad, en la que «por qué» es la pregunta más frecuente, es el motor que impulsa todo lo que hacemos. Por ello, hemos pasado por los flujos y reflujos de la economía global por más de 40 años. Es lo que nos mantiene en el juego, y en lo que a nosotros respecta, siempre ha estado evolucionando.
Sin embargo, preguntar «por qué» no es el único punto relevante, o incluso el más importante, en la situación que enfrentamos actualmente. El «quién», debería ser en este momento la principal preocupación de cualquier tomador de decisiones. Las personas que han estado con usted durante todo el trayecto hasta ahora.
Las personas en la organización forman el elemento crucial y más poderoso para lidiar con el juego infinito.
Además de mantener la comunicación, el propósito y el trabajo en equipo, incluso cuando se trabaja por separado, los directivos también deben ser capaces de proporcionar liderazgo basado en valores que vayan más allá de los números para garantizar la sostenibilidad en el futuro.
Cuando se trata del juego infinito, esto significaría adoptar un enfoque colaborativo, ágil y flexible necesario para garantizar un juego continuo. No se trata necesariamente de jugar para ganar; se trata de permanecer en el juego. Para hacerlo, debe utilizar sus mejores capacidades humanas, como la capacidad de escuchar a todos los actores involucrados (empleados, clientes, socios) para que se puedan considerar las múltiples necesidades cambiantes y todos puedan tener la oportunidad de estar en el campo.
En principio, debemos ser amables el uno con el otro. Este es un momento aleccionador, cuando muchos de nuestros colegas y sus seres queridos pueden, en cualquier momento, verse afectados por la propagación del coronavirus. La amabilidad es el recurso más poderoso que puede usar para seguir haciendo su trabajo lo mejor posible humanamente, y definitivamente es algo por lo que será recordado, cuando finalmente podamos dejar atrás este momento.
Por favor, ¡manténgase a salvo!
Por Marvio Portela, VP Ejecutivo para SAS Latinoamérica