Pymes y aguinaldos: conoce las consideraciones para entregar el beneficio
- Pese a que su entrega no es obligatoria, el pago de aguinaldos se ha convertido en uno de los incentivos más esperados por los trabajadores. Expertos en finanzas entregan consejos para que la entrega de este beneficio no afecte las finanzas de la Pyme.
Si de tradiciones de fin de año se trata, los aguinaldos se han convertido en una práctica casi tan popular como los regalos y la cena navideña. Aunque la entrega de este beneficio no es obligatoria en Chile, una parte importante de las grandes, pequeñas y medianas empresas tienen presupuestado dar una bonificación extra a la remuneración mensual de diciembre. Eso sí, los expertos recomiendan hacerlo con cautela para no perjudicar las finanzas de una Pyme.
Desde Smart CFO, empresa especialista en la administración financiera y tributaria de Pymes, afirman que «lo primero que se debe considerar para dar un aguinaldo es el momento financiero que está atravesando la empresa». Y explican que no existe un porcentaje mínimo o máximo asociado a este tipo de beneficio.
Para que la entrega de aguinaldos no se convierta en un dolor de cabeza para las empresas, Smart CFO elaboró un listado con puntos para tener en cuenta.
Cálculos realistas: en un contexto económico desafiante como el actual, es fundamental que el monto del aguinaldo se considere en la elaboración del presupuesto anual y que se ajuste a la caja real de la empresa, de modo que no afecte otras obligaciones del negocio.
Comunicación transparente: es esencial establecer una comunicación clara con los empleados sobre la situación financiera de la empresa y las decisiones tomadas respecto a los aguinaldos. La transparencia contribuye a la comprensión de los colaboradores y fomenta un ambiente laboral basado en la confianza.
Otros incentivos: si la empresa no está preparada financieramente para entregar un aguinaldo, pero quiere fidelizar a sus colaboradores, desde Smart CFO sugieren «entregar otros beneficios, como tardes libres previo a los feriados, entrega de vales o tarjetas de regalo, actividades corporativas u otros incentivos no económicos. Esta flexibilidad puede ayudar a distribuir el impacto financiero a lo largo del tiempo y facilitar la gestión de recursos para la empresa.
Se convierte en derecho: si una empresa entrega aguinaldo a sus trabajadores por dos años consecutivos, este pasa a ser un derecho adquirido por los trabajadores y debe mantenerse en el tiempo. «En caso de no poder otorgarlo por dificultades financieras, la empresa debe reemplazarlo por otro beneficio», explican los expertos.